sábado, 19 de septiembre de 2015

El traductor en la frontera

Fundéu recomienda: El término refugiado se aplica al que huye por un conflicto o por persecución política, por lo que no equivale a inmigrante, que es cualquier persona que llega a un país para fijar su residencia en él. (http://www.fundeu.es/recomendacion/refugiado-inmigrante/)

Fundéu nos recomienda un buen uso de la terminología en constante uso por la situación actual de los refugiados en Europa. Desde la traducción, debemos reflexionar qué implica utilizar uno u otro. El uso masivo y erróneo del término inmigrantes posiblemente provoque determinados efectos en la sociedad donde los extranjeros se establecerán: ¿llegaron para quedarse? ¿nos quitarán nuestro trabajo? El término correcto refugiados es disparador de otros sentidos: búsqueda de asilo, desplazamiento no voluntario de su lugar de origen, persecución política, conflictos armados. Es decir, hay un abismo que separa la antipatía de la empatía. El traductor deberá tender puentes sobre el abismo y entre culturas mediante la precisión terminología, que justamente es la que hace justicia cognitiva.

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